viernes, 16 de noviembre de 2007

Caminos

Piedra tras piedra,
obligado a capitular,
y mientras, por la tierra,
por la sangre, por la soledad,
caminas inmerso en los caminos
que dan luz verde a la eternidad
de andar, de sentirse solo,
de ser novio de la libertad.
Tragar saliva en vez de suerte,
porque este juego ya no es tal.
Y tragar partes del pasado,
tragar trampas de popularidad,
vivir de ahogos desahogado
con la intención de vagabundear
por donde nunca te conozcan
para darte a conocer,
no como eres, ni como fuiste,
sino justo como quisieras ser.
Y levantarte, no cada mañana,
sino después de haber caído,
una vez, y otra, y otra...
con la depresión de haber vivido
porque el camino se hace al andar...
y en un metro hay mil caminos
con sus cientos de arrieros.
Allí, amigos, nos encontraremos,
en la duda y la indecisión
de un mar de decisiones
que inundan de emociones
lo que antes fue dolor:
una luz bajo la que escribir canciones.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...Sin palabras me dejas...
Grande

Anónimo dijo...

Hay una decisión a cada paso, un pequeño problema para los que somos algo indecisos..
bessos

Anónimo dijo...

jo-der

que bien escribes, yevas tiempo sin actualizar. Do it

Anónimo dijo...

Sabes, se dice que de los errores se aprende... pero... ¿como aparecen estos? Yo creo que tomando decisiones incorrectas para el momento o la situación. Esto, dicho de otro modo sería: tropezando o moviendo equivocadamente una piedra que no habíamos sabido valorar como era debido al permitirnos el paso. ¿Para qué todo esto? Pues soy animal que conoces, ya que nos cruzamos por uno de tus caminos. El problema es, para mi alemnos, que tengo la duda de si moví erroneamente alguna piedra en ese camino (que durante un largo tiempo creía, compartíamos) que haya podido golpearte en alguno de los pasos que andaban al lado de los mios. Pedirte que, aunque solo sea para que te deje tranquilo, puedas verificar si la duda que tengo está en lo cierto o no.

Un petó.