domingo, 16 de septiembre de 2007

Nubes de tabaco

Suenan, que me suenan...
Me suena de algo tu cara.
Resuenan las sirenas
que en ahogos me despellejan
y me dejan en la estacada.

Me cambió el aliento
por un manojo de cartones,
durmiendo las historias
que me trajo el viento
que encharcó mis pulmones.

¡Ay, soledad! Que me dueles
de olvidarme en cada esquina,
de tragarme en cada vaso,
escupirme en cada beso
y llorar dulce resina.

Y cada año cambio de canción,
cambio de habitación.
Cada nuevo día cambias mi color,
me abandonas a la razón
de cambiar cada noche de Dios.

Y cada madrugá,
pagar las puñalás
que un perrito faldero
le debe a la Luna del cielo
en la barra de un bar.

Y si te da por escupir espejos,
te pinto de cera,
corto barajas en pareja,
te canto saetas a ciegas
de mesías que piden consejo.

Y si te cansas de buscar corazones,
cambiamos de palo,
pintamos la vida de bastos,
le echamos más cojones
y te peino entre nubes de tabaco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmh...escribes como Romero...de Marea...se ke te jode, te jodes. A mi me gusta. XD