domingo, 13 de mayo de 2007

Yo y mil mares

Brújula y mapa volaron
por la proa de mi navío.
Las velas se quemaron
y el horizonte quedó vacío.
Listo para ser saqueado.
Una vista apagada al mar
cuando el ron no calma la sed
y el tesoro por conquistar
es un tesoro de cabeza y pies.
Solo frente a la tempestad,
que quebrará mi cuerpo muerto.
Muerto ante esta fría realidad
que durmió entre pesadilla y sueño,
porque en la vida, un "no"
es una patente de corso,
y, en la práctica, un "quizás"
es sentirse realmente solo
ante el hastío de la marea que nos mece,
ante el poder de un oleaje
que ante la debilidad se crece
y si navego, no es que me arrestre el viento
ni tampoco es por coraje...
Es por las ganas de llegar a puerto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Niñoooooó!!!! Pero que alegrón leerte del tirón una vez pasada la crisis de salud que tuvo mi ordenador...veo que estás en forma jodío (y encima te has echado nuevas fans en mi ausencia...jejeje)
Ánimo enano...nos vemos de bares y copitas!!!! un abrazote

Delkhan dijo...

Corazón!!! Sí, el Hijo Pródigo ha vuelto para comerle la merienda a papi. Quédate mucho tiempo, que sin ti este blog no es nada, y mis palabras tampoco... sniff!