Un abismo en cada nota
y una luz en tu canción.
Bebo de la sangre que brota
de mi frágil corazón.
Quiero dormir entre tu pelo,
bailar el aire de tu boca,
quemar el tupido velo
de esa mirada que se equivoca
porque no me mira,
o me mira y no me ve,
pero que reabre las heridas
que restan sentido a mi ser.
Yo sigo ciego aún,
y mantengo viva mi esperanza.
Sigo buscando en mi interior
dos ojos de color azul,
dos labios de rojo Sol
que equilibren mi balanza.
Y no sé si soy iluso
o, más bien, bala perdida,
pero sí temo ser recluso
de este estado confuso
y a que la duda me sobreviva.
2 comentarios:
OLÉ! te has fijado que al final en lo sencillo está también lo más bello y estético???
Hoy sincerote y poco artificioso...mmm se encendió la señál de alarma.
Va siendo hora de que te invite a un café...sigh!
Gracias por el café, Master. Me ha sentado como polvos de talco a culito irritado de bebé.
Gracias de nuevo, Imperator, un abrazo.
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