Lo que sería justo

Luz de la mañana en mi piel
que se deja llevar hasta mis ojos.
Sangre en un boli en un papel,
con garabatos en mis manos
y a cada cual su significado
a la vista es un antojo.
Aprendí la diferencia
entre justicia y lo que es justo:
"tanto tienes, tanto vales",
y los ricos tienen a su gusto.
Frontera humilde
de origen sanguinario
a manos de mercenarios
que pusieron la tilde
a la vida ilegal y triste
de muchos hombres honrados.
Recordé aquel lejano día
que, entre el tuyo y mi llanto,
descubrí que, por tanto,
se podía llorar también de alegría
al ver tu piel junto a la mía,
a nuestras soledades
haciéndose compañía,
compartiendo las verdades,
recitarte "La profecía"
y volviendo a la niñez
que tuve por perdida
desde que lloré
por primera vez
el día que vi la vida.

Dedicado a Tamara y a Perla, porque da igual el tiempo y el espacio si la verdad nos hace libres, porque la verdad es verdad y la libertad es libertad aquí y en México.

También mención especial a César, por haberme descubierto un poema precioso que le he "derrotado" tantas veces (y las que quedan/ incluido "corta-pega")