Otro día más en mi absurda vida
consumiéndome por dentro,
confundiendo la realidad.
Sin vuelta de hoja
tras este billete de ida.
Tan inseguro como siempre,
tan abandonado como nunca,
y tan felizmente infeliz
por vérmelas tan crudas.
A gatas por el mundo,
todo parece que se desmorona
y, por sólo un segundo...
Otro segundo que me devora.
Lo intenté, pero no pude.
Lloré y lloré, y me ahogué
en mis propias lágrimas.
Ni el alcohol, ni las drogas,
ni el tabaco son amigos fieles.
Vida es amargura,
es caos y es esclavitud.
La vida es lo que queramos que sea.
Nosotros somos lo que somos,
y la poesía es lo que
hoy dejé en la papelera.
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