Cabalgando por la vía
de la desesperanza y el deshonor,
huyendo de la luz del día,
del odio y del desamor,
me pierdo en mi sinrazón,
en los pulmones de mi agonía,
y allí me encuentro
respirándome a mí mismo,
intoxicándome por dentro
de un excéntrico cinismo
y un elocuente parloteo,
aunque más un irónico vacileo
que un parlamento enfermizo
de sangre en triste goteo.
1 comentario:
"Yo: vacía" Algún día encontraremos el camino.
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