y quisiera ser pecado.
Quisiera ser prisionero
de ti por ser amado.
Mi pecado es ser bendito;
el tuyo, ser esclava.
Y yo me redimo
royendo las ataduras
que te atrapan.
Yo y mi larga espera,
tú y tu locura.
Lo mío son fronteras;
lo tuyo son barricadas.
Quiesiera ser paloma
y volar en migración.
Tú quisieras ser alondra
y ser princesa
en tu sabana.
Yo busco solución
a todos tus problemas.
Tu buscas religión
que peque en sus condenas.
Soy eslabón de tu cadena;
tú, una razón para perderme.
Yo muero por beberte,
y tú, por saberte cierta.
Vacías el dolor de tu vientre,
te encaramas a la pared
y te encoges sobre las piernas.
Yo, cada fin de mes,
enveneno mi parte del pastel
para saber lo que piensas...
y lo que ves.
Tú caminas sola;
yo camino a tu lado.
Ansío el día que te conozca
para morir sin más entre tus brazos.
Vivamos, pues,
que dicen que son dos días.
Venguemos la sangre a nuestros pies.
Venguemos a esos pájaros
que, por vándalos,
entre rejas ya no pían,
al Sol no ven caer.
Vivamos esta vida;
yo la vivo en broma,
y tú la vives franca.
Vivamos esta mentira;
tú como alondra herida,
yo como paloma blanca.

Dedicado a las "chicas con guapura" de mi pueblo (Susana, Paula, Ainhoa, Patricia, Laura -mi prima-, Laura, Jessi, Yolanda y Yoli) y a otras con "guapura" también como Sara, Natalia, María, Tamara...
Y dedicación especial a mis padres y hermanos (causa, efecto y solución de todo lo que me rodea).
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