pues todos parecen iguales.
Hoy no abren los locales comerciales.
Mira en cada papelera,
busca señales...
Dicen que odia a las personas
y habla con los animales.
Hace canciones con retales.
impide que el tiempo le pare.
Hoy patrulla de nuevo los bares.
No pude verte, pero todos dicen que viniste
y que trajiste de nuevo esos ojos tristes.
Dicen que ansia el silencio,
que avanza espacio entre necios
que van corriendo en busca de su alpiste.
Va sucio y huele pestes.
Salió del bar en un despiste
y tiró hacia el Este.
Sabe que no hay un Sol que nazca como éste.
Esté donde esté,
sabe que es normal que le amonesten,
y mira que las reglas son sencillas...
intenta no saltarlas,
pero las esquiva andando de puntillas.
Sumergido en su pesadilla,
habla mierda del mundo que le da golpes en las costillas.
Un cardenal dibuja África en su estómago,
y no está mejor...
Piensa en el niño que él apadrinó,
y lo chilla.
El invierno llega a Sevilla.
El frío entre en el reloj congelando las manecillas...
"Bienvenido al tiempo eterno",
y sus ojos tristes llorando encima del cuaderno.
Tu ojos te delatan.
Tu fe de rata,
que toca los timbales en tu corazón de lata.
Tu cara te delata.
Sin duda, y vas p'atrás,
marchas a gran velocidad
por este Río de La Plata (x2)
Una lágrima en un párpado que busca una salida,
y piensa en sus mejillas como una avenida.
Él se siente un Rey Midas.
Camina al final de la fila.
No mira al suelo; mira sus bambas Adidas.
Piensa: "la etiqueta ya no brilla".
Su corazón tampoco, también se manchó de arcilla.
Está to' manso ya,
podéis acariciarlo como a un perro.
Ya no va a hacer na',
le han puesto un bozal de hierro.
Apenas levanta la cabeza del suelo.
Apenas puedo hacerlo mirar al cielo.
No pude verte, pero todos dicen que lo hiciste
y que pusiste de nuevo esos ojos tristes.
La falta de expresión de tu cara
demuestra que tu corazón se para.
Entonces, ¿pa' qué viniste, majara?
¿No eras un marajá?
Haberle dado tus cartas a otro que las barajara.
Tu cara te delata.
Ya ni tu sombra te habla;
acabó siguiendo tus consejos a rajatabla.
Ni siquiera recuerdo el por qué viniste;
sólo recuerdo de ti aquellos ojos tristes.
Tu ojos te delatan.
Tu fe de rata,
que toca los timbales en tu corazón de lata.
Tu cara te delata.
Sin duda, y vas p'atrás,
marchas a gran velocidad
por este Río de La Plata (x2)
por SFDK, '2005'
1 comentario:
Estoy de acuerdo; aunque más que blancas, diría yo que están "limpias".
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