martes, 3 de febrero de 2009

Dios Salvaje

Solía estremecerme en la oscuridad que me inundaba de cuando en vez, entre flores de desesperanza y lamentos quedos. Me solía sentir incómodo en su soledad. Mas su frío abrazo es un soplo de aire fresco hoy en día. Una mano que estrecha amistad oculta entre cortinas y halos de luz de Luna. Una aliada. Conforme pasan las horas, cambio de lado... abandono mi bando. Sucumbo.
Quisiera reencarnarme en la quintaesencia de la muerte. Ser pasto de cínicos cantos alegóricos de desdichadas palabras poéticas. Quisiera ser la manecilla que cuenta y descuelga las agrietadas y corruptas horas de la cotidianeidad, consumidas por mi quejicoso 'tic-tac' artrítico. Quisiera respirar humo, desvanecerme en el silencio mental que despierta la desmesura de las palabras vacías. Mas quisiera que, por banales, buscaran un corazón sediento de razones para entrarle por la espalda. Quisiera encarnar la pobreza, el hambre y la ignorancia. Quisiera encarnar a la Muerte. Quisiera ser devota tentación carnal para castos infieles a sus sueños. Quisiera ser noche. Quisiera...
... y soy lecho de húmedas lagartijas que buscan bocas abiertas de par en par. Soy la malversación de la pureza, de la santidad y el oro. Soy sangrienta plata de ojos cerrados por la eternidad. Soy verdugo de ilusiones e inocencia, juez decrépito de vivos, esperanzador de dementes, un lunático adorable en tierra ajena. Soy la oscuridad del meticuloso caos que despierta de un apagón de ideas. Soy la desesperanza de la luz. Soy el futuro del rincón que yace entre sombras. Soy la duda y la amargura de Dioses moribundos que buscan a tientas desesperadamente su cama. Soy el odio que une a las naciones, la ira que infecta el amor a los hermanos, el dolor de quien todo lo ama, todo lo puede, y la sabiduría de quien todo lo quiere. Soy hijo de mil guerras. Soy...
... y seré lo que mi sino niegue. Deja que la humanidad se destruya de menor a mayor. Que se odien en todos los tiempos y modos del verbo. Despiértame a palos cuando despunte la Luna. Haz que arda en manos de mis costaleros. Hazme mártir. Hazme Príncipe de la locura/mendigo de la cordura. Hazme Rey de la Oscuridad. Hazme Santo de males. Hazme Dios Salvaje de lo inmoral.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Quieres ser todo i nada, ahí sigues quedándote, en la duda del que todavía no sabe qué pregunta formular, en el inicio del significado de tus palabras: ¿Incertidumbre? ¿Acierto? Asciendes i desciendes en el mismo punto de partida, es decir, te quedas en el mismo sitio sólo que con un ramo de palabrejas en tus manos que pretenden "definir" lo que quieres conocer de tu contexto. En fin, me gusta lo que aun no sé que eres mequetrefe.

AnArA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
AnArA dijo...

Hacía siglos que no te leia y cómo no he disfrutado de cada palabra.
No dejes NUNCA de hacerlo porque eres el consuelo que ansío.

Talk Tonight dijo...

QUÉ BUENO ERES MASTER!!!!!!!!!!
MUAKIS BROL!