domingo, 14 de septiembre de 2008

Poemario

De frágil corazón,
por un sendero a oscuras,
con la carga de tus dudas
en formato de oración,
me retiro presto.

Sin te quieros,
ni tampoco despedidas,
ni llantos, ni otras mentiras,
sin cerrar mis ojos sinceros,
ni torcer el gesto.

Ángel de luz de cárcel,
puse punto y final
a nada que olvidar,
a fotos del paisaje
de lugares comunes.

Y me lancé a correr,
volví a tropezar
diciendo la verdad,
volviendo a esconder
culpas que se asumen.

Y me perdí en un sueño,
en un tren de primavera
que, secando sobre la acera,
calle huérfana de dueño,
mi poemario de caras largas,
despreciándolo de nuevo...
naufragando en agua amarga.

1 comentario:

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Bonito poema, triste, melancólico, lleno de amargura, pero de los que llegan al corazón.
¡Ánimo!
Un saludo.