martes, 1 de mayo de 2007

KanYe West, The Myth



Hoy toca invasión mitómana, única fuente de inspiración para quien la inspiración en sí es incapaz de arrancar un par de palabras hiladas. Este Jesucristo negro es KanYe West, un rapero acomodado en las listas de ventas de la élite, distante a lo que se refiere al estereotipo de rapero que tenemos todos en mente: pistolas, ropa deportiva ancha, coches caros, videoclips con streapers... Nada de eso. Salvo una cadena de plata que cuelga de su cuello (regalo de su madre, supongo), este artista de chaqueta remangada estilo años 70, de letras cuidadas y estética minuciosamente seleccionada, no es ningún inculto salido de un callejón oscuro de un barrio de mala muerte de Detroit, tipo Eminem o 50 Cent. Licenciado en la Universidad de Chicago, hijo de una catedrática de la misma escuela, voga más por la cultura, el estilo de sus bases y una clara animadversión hacia el siempre comercial en este negocio "si no lo haces, revientas".


El chico es un genio capaz de todo: puede grabar un videoclip con las estatuas del Puente de Carlos en Praga, rodearse de amigos con glamour como Jamie Foxx, o cagarse en Bush en una gala de la televisión norteamericana por las víctimas del Katrina, presentada por él mismo, ante la atónita mirada de Mike Myers. El chaval es un genio capaz de poner en la portada de un disco dos de sus más reconocidas debilidades: los osos de peluche y el aula magna de su ex universidad. Todo un genio capaz de ponerle banda sonora original a este mi blog (OST - Jarhead).

Esperemos que "el pequeño guerrero" siga en su lucha por el estilo propio y la liberación de un mundo relegado al plano más marginal del mundo social: el hip hop.


















Discografía recomendada: College Dropout, Late Registration, Maximum, Late Orchestration, Touch the Sky.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hace bien en salirse de los estereotipos.
bessos

Anónimo dijo...

Hey 1984 ya sabes, tengo que escucharlo, cuando lo haga volvere a comentar, jeje. Salu2