Informo a los lectores y leyentes que hoy, día 9 de mayo, acuño dos nuevos motes de carácter futbolístico a dos amigos. Procedo:
Jesús: le llamaremos Beckham. ¿Por qué? Bien. La recibe, casi siempre fuera de lugar, la toca, la acaricia, saca una de sus bananas con el tacto que le caracteriza y la pone en el punto justo para que llegue...
David: o Ronaldo, el que la enchufa, la completa, la engancha... en fin, el que la remata. Un verdadero goleador tanto en jugada propia como tras una buena asistencia. Muchas veces, en su afán por rascar bola como un jodido choto, suele empezar la jugada tocando hacia Beckham, que la abre como nadie. Beckham es un jugador muy completo: hace el trabajo sucio, la cuelga, juega hacia delante, hacia atrás, con mayor o menor criterio que otros, pero tiene un "pero"; no marca si no es a balón parado, o para empujarla... o si la bola es suya, aunque celebra los goles cuando aun no han entrado... y casi nunca entran. Si fuese así, sería Ballack. Pero no, es Beckham. Pobre patán.
Yo soy Riquelme. La pelota me quiere, pero me sobra maestría para dormirla, dormirla, dormirla, dormirla, y dormirla y dejarla pasar sin que importe, porque ya llegará otro que la juegue (maldito sea el fútbol ¡Viva Maradona, el Rey de la pachanga!)
(Por acabar con tesis sobre los conceptos globales, teoría en proceso de desarrollo)
1 comentario:
This post is really good my friend: It´s been a long time since laste time I read it.
Anyway, this comparation was pretty precise about the thing occured in London more than 4 year ago.
By the way, we shoulg get together on Christmas.
David
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