Sábado, 21 de mayo de 2005. Son casi las tres de la tarde y no puedo con mi alma. Han sido muchas horas saltando, andando, bebiendo, fumando... Han sido dos días repletos de diversión. Pero empecemos desde el principio, desde el viernes a eso de las 17:30-18:00, cuando José María, Sara y yo llegamos a Legazpi bajo un Sol que picaba en los huesos, un calor que derretía el cristal de las litronas, pero no nuestras ganas de fiesta, de ver en concierto a nuestros ídolos. Porque eso es lo que esperábamos, que este festival de HipHop sirviese para poder olvidarnos de ciertas leyendas sobre artistas como Juaninacka, SFDK, Falsalarma... en fin, queríamos verles en directo por primera vez, o por segunda vez a algunos, para sentirnos cerca de nuevo, para hacer piña con ellos, con los que estaban sobre el escenario, con los que estaban debajo... con todos.
Pues eso, que uno llega a un lugar donde nunca ha estado un día abrasador con todas las esperanzas de no olvidar nunca esos dos días que quedan por delante. Entramos en el Matadero Municipal de Legazpi y... mi mirada no sabe donde centrar su atención: Escenario Principal, Escenario Eastpak, Carpa Graffitti, bares, BMX... Vamos, lo que viene siendo un paraíso, con pizzería y Këbab incluidos. Era jueves, había bastante gente a esa hora, a las seis de la tarde, y todos esperábamos a que saliera el primero de la tarde (en realidad no era el primero, pero era el que más ganas tenía la gente de ver) Juaninacka. Con el San Benito de ser moralista, lento, metafórico en exceso y malo en los directos, el tío arrolló. Se nos pusieron los pelos de punta al oir su voz, que sonaba como un trueno, anunciando que iba a contarle una historia de amor a su MC de apoyo, Ego... Ya todos sabíamos que se trataba de "Poniendo y quitando", y cantamos al son de la base. Juaninacka fue genial, incluso improvisó, rapeo temas inéditos... El sevillano, junto con el anteriormente mencionado Ego, estuvo acompañado por Dj Makei, y nos dejó un buen sabor de boca. Fue un concierto expléndido, perfecto en cuanto a puesta en escena, a la acústica, líricamente... Increible.
Tras un paseo por las instalaciones, por las que pude ver graffittis sobre todo, nos adentramos en el Escenario Principal para ver a Falsalarma. Presentaban disco, "Alquimia", y las espectativas, en cuanto a mi respecta, no eran muy buenas. Ya los había visto en directo, y no me habían parecido gran cosa. Pero la gente se aglutinó delante del escenario. Sonaba música de otros grupos. La gente se calentaba. Y, en esto, salió Dj Neas a hacer las pruebas de sonido. La gente gritaba, apluadía, coreaba su nombre... Bajaron las luces y... Neas soltó el plato para que empezara a sonar la intro del disco. Podíamos oir perfectamente a El Santo y al Titó con los micros abiertos desde el 'backstage'. Acabó ese track y la cosa tomó color, tomo cuerpo... empezó lo bueno. Comenzó la canción llamada "Eclipse" y entraron en el escenario en tromba El Santo y el Titó, este último abriendo el tema con un potente "¡¡¡Hoy el Titó se siente un He-Man!!!" y lanzando la toalla que tenía en su cuello con violencia contra el suelo. El directo empezó a lo grande, con gran agresividad por parte de sus MC's... y fue a más, concluyendo con el clásico "El primer paso". Pero los mejores momentos del concierto de los catalanes fueron un "acapella" del Titó del tema en el que colaboran Freeman, de IAM, y Chiens de Paille, y, por supuesto, el momento más esperado: la entrada de Kase.O para interpretar el tema de "Vete a casa". Faltaba Tote King, pero la entrega de los tres genios que pisaban el escenario fue suficiente para que la gente no echara de menos al sevillano. Fue todo entrega, todo pasión... fue todo... todo... No sé cómo explicarlo, pero fue más que genial. La despedida resulto algo amarga, pero la espera de Violadores del Verso endulzó aun más el reciente recuerdo.
Y llegó el momento. Tras un pequeño descanso (y creo que bien merecido) para que cada uno de los allí presentes recuperáramos la voz, la fórmula de Falsalarma se repitió, y R de Rumba salió al escenario entre aplausos y "piropos" para ponerse frente a la mesa y deleitarnos con la ecualización de los platos y un pequeño 'freestyle' de 'scratching'. Las voces de Hate, Líriko y Kase.O se escuchaban entre bastidores. Y todo empezó, rompiendo moldes, como siempres, demostrando que ya son muchos años en los conciertos, derrochando estilo, compenetración, agresividad, hablidad y experiencia. "Trae ese ron", "Modestia aparte", "Amberes", "Vicios y Virtudes", "Bombo Clap"... y, en todo este espectáculo, cuando creíamos que ya nada podría rallar la perfección como este evento, Kase.O anuncia la presencia sorpresa de un mago de la Vieja Escuela: SuperNafaMacho. Y así interpretaron un tema inédito que "sólo los más freakies tenemos", como dijo Kase.O. Pero eso no fue todo, sino que también dieron paso a un "telonero" (llamémoslo así) de lujo: Xhelazz, de Cloaka Company, un MC de un talento increible. Y estos genios acabaron por todo lo alto... Bueno, les hicimos volver, les obligamos a salir de detrás de la cortina y que Kase.O cantara "Ballantines". No estaba en el guión, es una canción casi olvidada, desterrada de los directos... Aun sigue viva después de siete años; la gente botaba, coreaba el estribillo, se dejaba la garganta en cada verso. Fue espectacular y emocionante.
Aunque quizás la sorpresa más agradable que deparó la noche para un servidor fue la aparición estelar de uno de los personajes del panorama internacional más añorados por mí. Llegó desde Alemania a Madrid, porque no tenía nada mejor que hacer (según me dijo él mismo). Damas y caballeros: Cristian Morgenstern
Así acabamos el jueves, molidos, con dolor de cabeza y corriendo a coger el buho. Pero satisfechos, con buen sabor de boca, con la sensación de que si muriéramos esa misma noche, habría merecido la pena vivir.
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