sábado, 16 de abril de 2005

Soy caminante

Juaninacka:

Sus manos y su cuerpo eran mi anhelo.
Si no estaba con ella, la buscaba dentro de un whisky con hielo.
Ahora escribo esta letra y me conformo.
Ahogo mi tristeza diaria con palabras de cloroformo,
porque soy caminante;
no miro hacia atrás.
No me verás retroceder cuando voy hacia delante,
porque cuesta levantar del suelo,
y tan rapado no podía ser su filósofo de medio pelo.
No me dio su atención absoluta;
no tengo por qué verla como una prostituta… ¡¡PUTA!!
Sólo es mi primavera tardía,
mi flor marchita, flor de un día
que se seca en el andén
del tren de mi misantropía.
Rompiendo corazones
por razones de química y hormonas,
ella es una de esas personas guapas
que hacen que, aunque seas listo, parezcas tonto.
Creo que solamente quiere caminar y llegar pronto.
No estamos juntos, ni nada son obliga.
Con ser hormiga de camino grande, tierra y fatiga,
tengo bastante entre penas ajenas y propias.
Se pierde el amor original sin hacer fotocopias.
Sí, me ha dado mucho que hacer,
por eso cojo la puerta y no me va a volver a ver,
porque la magia hay que saber hacerla, eso es seguro,
y a esta hechicera no le salen los conjuros.


Zatu:

Y es que al final del todo, nunca queda nada,
a no ser que sea la sinceridad en la mirada,
o, en algunos casos, el vaso de unas bragas,
el caso es que las palabras vuelan,
excepto las que se clavan.
Felina fémina, tú hiciste al caminante
pasar de sólido a líquido,
pero hoy el cielo es nítido.
No existen nubes en las que vea tu cara,
excepto una, y está provocada por esta fumada.
Horchata parecía el semen en tu piel;
mejor adorno es este que la nata o la miel.
Estás tan guapa de blanco
que hice rico al del estanco
de fumar pa’ no pensar tanto.
Hoy sólo intento iluminar mi camino,
el mío y el de mi vecino, Juaninacka.
Dos hombres en un Vespino…
“Agente, no vimos la placa.
Sólo llevamos estas linternas viejas
y estas pilas de petaca”.
Después de to’, quitaron nos la moto,
comimos nos los mocos
y aprendimos a confiar en nosotros.
Tuvimos que irnos andando…
En esta peli, el Juani hacía de Robert Redford
y yo ejercía de Marlon Brando…
pero cagando blando
en un océano, porque caen del cielo palos que no estamos esperando;
oséalo, caminante, el camino lo marca meando.
Entiéndelo, que hoy yo lleve el control y tengo el mando,
mas sigo andando.
Sé que dirán que es una lata,
pero al caminante no le faltan zapatillas guapas,
una sonrisa, un corazón de lata
y una gárgola en una cornisa
pa’ cantarle serenatas.
Hoy tengo que cuidar mi salud y mi plata,
acompañado de por este MC de oro: Juani…
Tu amor no recuerdo ya de cuando data.
Hoy sólo hacemos encuestas sobre Aria Giovanni.

[...]
[...]

Juaninacka:

Me has dado demasiadas penas, prima.
El juego que te marcas, daña la autoestima.
pero seguir caminando es nuestro trabajo,
empujando esta bola de mierda, como los escarabajos.
Y no es que la razón fuese o no fuese suya,
es que se terminó;
ser menos que un hombre después de una pulla.
¿Sabes qué? Me gusta vivir sin sentirme culpable;
la polla cree en Dios
y el corazón grita “¡Aleluya!”.
Aun con deudas y dudas,
la recuerdo desnuda,
pero yo mira hacia delante, como una estatua de Buda.
Es lo mejor. Mejor sigo caminando,
que mi alegría es legal
y mi pena es material de contrabando.
Saluda cuando nos crucemos;
sé agradable y seamos fuertes,
que la virtud del fuerte es ser amable.
Mucha gente comprende lo que tuvo al perderlo;
en mi caso, lo único que me jode es que la duda ofende, ¿sabes, Zatu?
¿No estás cansado de romper zapatos nuevos?
¿Por qué lo llaman amor en vez de picor de huevos?
Las cosas se terminan,
los pies avanzan,
pero es no significa
que sepan por qué caminan.




by Juan Ignacio Guerrero & Saturnino Rey

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