Esperaba el autobús, llovía.
Por fin llegó. Subí la escalera.
Sólo quería sentarme donde fuera.
Pagué y me senté mientras llegaba mi parada.
No imaginaba que no me iría
aunque me bajara.
Miré a mi lado y... ¡hostia!
allí estaba, tío,
ese ángel en el autobús que se levantaba.
Por primera vez me alegré
de no tener carnet,
y la polla se me puso más dura que la pared.
Qué hermoso fue mirarme
en esos ojos orgullosos,
buscar un nexo,
verla bajar andando como el sexo,
volviendo la cabeza hacia donde me sentaba
mientras se me grababa cada rasgo de su cara.
Es verdad: pueden tomarte el corazón como rehén;
matarlo también,
fingiendo que no te ven.
Sí, se puede ser del Sur y haber perdido el Norte,
hacer que nadie te soporte
por no ver venir un golpe.
Y eso que nunca pensé en escribir sobre estas cosas,
pero lo hice.
Nunca pensé en regalar rosas.
Solamente receurdo dejar palabras verdaderas
que no puedo respaldar con dinero en la cartera.
¿Lo recibes? ¿Esto es la misma onda?
Cambiaría el dial por tí,
el globo por las sondas,
y me haces sentirme extraño, libre,
en vez de hipersensible y hablar relajado...
¿Cuál es el veneno que me has dado?
Que estoy siempre poniendo y quitando.
Estoy siempre cantando y llorando.
Necesitas mejorar y no estar con el corazón roto
amando a una mujer que ama a otro potro.
Siempre poniendo y quitando.
Estoy siempre cantando y llorando.
Necesitas mejorar y no estar con el corazón roto
amando a quien no te ama...
Y es que así son estas cosas, tío.
Sólo intentas ser tú mismo
y terminas escribiendo letras sobre tu exorcismo.
Tener fiebre es parecer alegre sin estarlo,
tener miedo a coger tus sentimientos y mostrarlos,
porque parece, Mon Cherí,
que a ti te gusta ser La Roca,
a mí ser Sean Connery.
Vamos a dar el paso
que está dentro del proceso
de entender tu corazón,
porque mi corazón
te quiere echar un queso.
No olvido con facilidad.
A veces me mosqueo.
Me haces sentir sucio, lúcido,
algo más feo,
porque te veo poco
y, además, oido,
más que agobio...
¿Cómo que por qué?
Porque vas de la mano de tu novio
y ni me miras.
Será algo que he fumado.
Fumar no me ayuda;
me hace sentirme deprimido,
derrotado... y paso.
No hay perfección,
porque esto es cuestión de emociones,
y esto cuesta caro,
más caro aun que los condones.
Cuando eres un pájaro sin alpiste
no hay que escuchar canciones tristes.
Lo que hice, lo que hiciste...
¿Eso qué importa,
si sólo siento pena
de lo que puede ser y no es, nena?
Sé que aun puede ser,
poruqe si no, no estaría siempre...
poniendo y quitando.
Estoy siempre cantando y llorando.
Necesitas mejorar y no estar con el corazón roto
amando a otro potro.
Porque estoy siempre poniendo y quitando.
Estoy siempre cantando y llorando.
Necesitas mejorar y no estar con el corazón roto
amando a otro potro.
By Juaninacka
Bueno, esto ha sido todo. Sólo una cosa más: quiero dedicarle esta canción a mi amigo Jesús M. T., porque creo que es su tema favorito... Las razones son obvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario